El hombre que venía encerrado en la oscuridad de sus pensamientos tuvo que abrir una grieta de luz en los ojos y poner cara de "esto no puede ser real" cuando al mirar desde la ventanilla hacia lo esperable, vio aquello....
Cuando el tren salió de Anasagasti, el pensó que en la próxima estación sólo podría encontrar un edificio solitario, algunos curiosos esperando ese tren de reencuentro después de muchos años, alguien descendiendo y perdiéndose en esa silueta exponente de la arquitectura francesa en medio de la pampa Argentina.
Quizá,
alguna recepción especial al tren que vuelve al menos de palabras
rodantes a este pueblo fundado por el ferrocarril.... abre el folleto
turístico que le dieron al ascender al tren , allí hay un detalle
estación por estación, con algunas pinceladas de historia:
Las
Marianas: fundado el 29 de diciembre de 1908, su nombre fue tomado de
un gran establecimiento ganadero de la zona, el cual enviaba sus
reses a través del ferrocarril Compañía General Buenos Aires.
Pertenece
al Municipio de Navarro, aproximadamente 450 personas en sus 51
manzanas, acceso por camino de tierra -10 km desde la ruta 44, estado
de conservación del camino "regular", difícil llegar en
días de fuerte lluvia... hay otro folleto que el hombre leyó, se
desprendía del principal, y este es de una asociación "Responde"
, donde citan a un conjunto de pueblos en vías de extinción , la
mayoría ex estaciones ferroviarias, el hombre recuerda que empezaba
en la "A" con Arroyo Corto con 550 habitantes, y que
bajando la vista por la lista se llega a Las Marianas que en el censo
del 91 tenia 533 personas, se conoce que la población hasta el 2004
continuó bajando.
Por
eso el hombre no puede creer lo que ven sus ojos.... faltan un par de
kilómetros pero se ve una multitud, seguramente más que el pueblo
completo.... y una estación engalanada con banderas y carteles,
volvió a tratar de anticipar una explicación a esa visión
surrealista, -hoy es 22 de mayo, faltan tres días para el festejo
patrio. Quizá es una re-inauguración de la estación con políticos
y Gobernador incluido, o el Presidente en Persona y todos sus
ministros…
Un
hombre mayor que comparte la ventanilla arriesga otra explicación
fabulosa , una fiesta organizada por la colectividad española a raíz
del casamiento del Príncipe de Asturias y Leticia Ortiz.
Pero
el futuro se acerca, y el tren entra lento, casi a paso de hombre,
previniendo la imprudencia de alguien en la multitud cruzando las
vías de anden en anden antes del paso de la locomotora. Lo extraño
son esas esculturas y los pasacalles con leyendas...
En
realidad, todo el tren esta conmovido por esta imprevista recepción,
la gente saca el cuerpo por la ventanilla... se agolpan a cada lado,
hay una emoción extraña circulando, el anden y ese letrero que dice
Las Marianas con letras amarillas en el fondo negro del cartel de
cemento, y esos... caballos, son caballos?, toscos de maderas usadas
clavadas, enormes como esos muñecos que se hacen de papel mache para
ser quemados en los carnavales, como en La Plata, la ciudad donde el
hombre curso la universidad sin llegar a recibirse.
El
pasacalle resume en una sola frase toda la situación:
(
aunque el hombre soltó una carcajada )
"Bienvenido
Brad Pitt a Las Marianas"
El
rumor de los pasajeros, los gritos, la gente que aplaude y no se sabe
bien por quien, el guarda pasa avisando que el tren tendrá una
pequeña demora por la sorpresiva recepción al ilustre visitante,
enseguida lo rodean unas pasajeras y lo incomodan a preguntas:
-No
se nada, chicas, puede ser el muchacho rubio del camarote 13, habla
en inglés... parece un turista con su cámara colgada al pecho y ese
sobrero a lo Gilligan.
Lo
cierto es que los pasajeros empiezan a descender para ver el evento.
El
hombre se acerca a los caballos de madera, son tres, el más grande
supera la altura de la estación y esta realizado con durmientes y
pedazos de maderas viejas, allí logra escuchar que han desarmado un
viejo en galpón de la compañía y que con las maderas de la
estructura han echo los dos caballos de Troya más grandes para esta
fiesta de reinauguración con la presencia de Brad Pitt, y del
Gobernador de la provincia de Buenos Aires Don Felipe y su gabinete
en pleno.
El
hombre va caminando entre la gente escuchando comentarios y rarezas,
-el más pequeño de los caballos lo hicieron con maderas de los
bancos antiguos de la estación y es un obsequio para Brad.
Pero
la situación daba para todo, había chicas desmayadas de la emoción,
y cierto caos en la cercanía del pequeño palco que se levanto para
la ocasión, el gobernador dijo unas palabras, incluso una humorada
sobre los caballos de madera, diciendo que él también se sentía
homenajeado por los caballos de madera pues su nombre "Felipe"
significa Amigo de los caballos y que si hay algo de lo que se siente
orgulloso es de ser un gran jinete y un buen cuidador de los caballos
de su chacra.
Luego
corta la cinta celeste y blanca y da por inaugurado el ferrocarril
desde Las Marianas:
"un orgullo de la nueva Argentina, el principio de un plan Marshall
para rehabilitar cada vía y cada pueblo", luego le dan la
palabra a Brad Pitt quien es traducido por una bella traductora -con
quien dicen los indiscretos duerme en el mismo camarote- Brad cuenta
que quedo enamorado de la Argentina durante la filmación de Siete
Años en el Tíbet, de Annaud, de esa maravillosa provincia que es
Mendoza.
Y
esa Locomotora, cuyo brillo de corcel negro que lleva en su corazón…
A
su lado, un viejo , sin duda un ferroviario, comenta que es la Beyer
Peacok nº 4116 restaurada por el Ferroclub Argentino y que también
llevo a Madonna a filmar Evita.
Por
último hay unas palabras del "Cholo" Aguirre, gerente de
operaciones del ramal, trama lentamente las
imágenes y las palabras , y el hombre no sabe como pero siente que
lo conducen desde el ingenio de los griegos del caballo de Troya a la
Argentina post menemista que tiene que renacer a lo Fénix. Con
templanza, "Sophostine" como el nombre de esta locomotora
humeante, también con inteligencia para utilizar bien los recursos
escasos.
Hay
aplausos, brindis, cierto clima de euforia desmedido que desconcierta
al hombre, tan metido en sus propias cosas, ve como se carga al
pequeño caballo de Troya al primer vagón de carga, puede ver a lo
lejos como Brad Pitt vuelve subirse a pesar del tironeo de una chica
sobre su camisa a cuadros.
También
el gobernador y otras autoridades van a darse un paseo inaugural en
un antiguo coche presidencial remodelado para esta gran ocasión.
El
hombre se repliega, vuelve a sus pensamientos, sube al tren, una
frase sin sentido lo invade "El mañana siempre es demasiado
tarde", se sienta, sube el cuello de la campera, prefiere soñar,
sentir que lleva a caballito a sus hijos, y que salen a galopar entre
los vapores de una mañana húmeda.

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